lunes, 24 de noviembre de 2014

El corazón del bosque (1979)


Manuel Gutiérrez Aragón propone una relectura de los fantasmas de la Guerra Civil Española que, sin lograr la poesía de cintas contemporáneas como El espíritu de la colmena (1973) o Cría cuervos… (1975), ni mucho menos, alcanza ciertos momentos de lirismo innegable y profunda e insólita humanidad. La siempre hermosa Ángela Molina, en su eterna juventud de musa buñueliana, es la hermana de un ex guerrillero (excelente Norman Briski) que, en una azarosa jornada reminiscente del Corazón de las tinieblas conradiano adaptado también a la guerra por Coppola, busca al recóndito, virtualmente mítico líder que muere en vida internado en la montaña peinada por los falangistas. Entre el realismo tenue pero crudo y el onirismo frecuente aunque incierto, Gutiérrez Aragón traza una delicada sinfonía de silencios prolongados y continuos, en la cual tantos primeros planos de manos --pequeñas, grandes, compasivas, gélidas, tenaces, dolientes-- parecen comunicar las sombras vivas, los movimientos frustrados y los reflejos de un mundo sin mayor voluntad que la de la muerte. 3.5/5

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