miércoles, 30 de noviembre de 2011

Peter Ibbetson


Expresión fílmica perfecta de la inmortalidad del amor. Sorprendente dirección de Henry Hathaway, sublime (con mayúsculas) interpretación de Gary Cooper, bellísima Ann Harding. Un sueño eterno, en blanco y negro --de Charles Lang.

viernes, 25 de noviembre de 2011

Ben-Hur (1925)


La versión silente "oficial" del apasionante best-seller de Lew Wallace tiene a Ramon Novarro en el papel de su carrera y a Fred Niblo tras las cámaras. Niblo es uno de los grandes cineastas de su época, poseedor de un sentido de la épica y el drama que se ajusta a las tensiones y proporciones que caracterizan la historia de un príncipe judío que pierde mucho más que a su mejor amigo y cuya vida se ve entrelazada con la de Cristo, el mejor amigo del mundo.

La evolución física y moral de Ben-Hur es aquí simplemente contundente en comparación al retrato del protagonista firmado por William Wyler y Charlton Heston en 1959. De todos modos, así como esta adaptación es más fiel a la trama original, adolece de ciertos problemas que impiden que logre el mismo nivel de efectividad que la multioscarizada versión posterior. Dramatúrgicamente, por ejemplo, la evidente diferencia de edades entre Novarro y Francis X. Bushman (un enfático Messala) hace difícil su identificación como amigos de infancia, pese a que la grotesca diferencia física entre ambos contribuye decisivamente a singularizar su antagonismo en escena --casi como si de David y Goliath se tratara. Tampoco es del todo exitosa la luminosa invisibilidad de Cristo, artificio que alguna vez resulta intrusivo. No obstante, el Ben-Hur de Niblo emociona, y aún permanece poco visto, habiendo sido todo un éxito de taquilla en la fecha de su estreno.

sábado, 12 de noviembre de 2011

Knock on Any Door (1949)


La ilustración de un muchacho arrinconado por dos policías en la azotea de un edificio para la publicidad de la pionera cinta de Nick Ray acerca de la delincuencia juvenil, nos recuerda que fue John Derek quien dijo lo de "Live fast, die young, and leave a good-looking corpse" y no Jimmy Dean. Un pensativo Bogie añade un adecuado toque noir y nos recuerda a su vez que Ray lamentó que Los olvidados hubiera aparecido sólo meses después, el tiempo suficiente para no tener influencia alguna en Knock on Any Door. No obstante, esta cinta del realizador de Rebel Without a Cause es importante por muchas razones. Verdadera declaración de principios éticos y estéticos, su trascendencia es tal que Les quatre cents coups --y tal vez toda la Nouvelle Vague-- sería inconcebible sin su existencia.