domingo, 26 de agosto de 2012

WarGames (1983)


Matthew Broderick y Ally Sheedy --dos de los actores esenciales del cine americano de los ‘80s-- estelarizan esta notable obra del director de Saturday Night Fever. Un estudiante de secundaria, aficionado a los videojuegos, utiliza sus elevadas capacidades informáticas para acceder clandestinamente a un sistema exclusivo, sin sospechar que está a punto de provocar la Tercera Guerra Mundial. Buenas interpretaciones (Broderick sobre todo) en una fábula difícil de olvidar. Atención a Michael Madsen en breve aparición.

sábado, 11 de agosto de 2012

Psych-Out (1968)


En esta psicodélica advertencia sobre las sustancias alucinógenas, Susan Strasberg es una Alice extraviada entre maravillas muy de su lugar y fecha (las comunas hippies de Haight-Ashbury, San Francisco, cuando Peter Fonda irritaba a John Lennon, inspirando así un track del Álbum Blanco). Jenny, la muchacha sorda que la hija de Lee Strasberg interpreta con aplomo, busca a su hermano mayor, un “melenudo” Bruce Dern metido a profeta cristiano del flower power que huyó antes que ella del tormentoso recinto familiar; de paso, se enamora de Jack Nicholson, seduce a Dean Stockwell y se embarca en su primer viaje. El talentoso Laszlo Kovacs hace lo que puede --que es mucho-- con los restringidos valores de producción de AIP (hogar de Roger Corman), mientras Richard Rush dirige sobre un guión ajeno a Nicholson; a sólo meses de Easy Rider, el escritor constante tendría que dar prioridad a un ejercicio de las artes dramáticas inédito en el cine, muy pronto.

jueves, 2 de agosto de 2012

Son of Dracula (1943)


Lon Chaney, Jr. --no confundir con el grandísimo actor que fue su padre, la estrella del cine mudo protagonista de The Phantom of the Opera (1925)-- presta su plúmbea apariencia y su limitado registro a otra función ideada por Curt Siodmak, después de la consagración de ambos en el género gracias a la fundacional The Wolf Man (1941). Lo cierto es que Chaney luce menos rotundo en esta pieza del ciclo Dracula de Universal, y su esforzada caracterización es beneficiada por la fugacidad del rol (un vástago del príncipe transilvano tan improbable como lo fue su heredera Gloria Holden en Dracula's Daughter, de 1936), inefablemente más próximo en su diseño visual a Bram Stoker (siendo el Nosferatu de Murnau la más fiel trasposición del monstruo soñado por el irlandés hasta entonces) o más lejos de Bela Lugosi (el hijo de Chaney no convence como hipnotista seductor ni dandy aristócrata) --ortodoxia novelística y canon fílmico serían combinados en la magra figura del fantasmal John Carradine en House of Frankenstein, del año siguiente.

La primera media hora de la cinta no es mucho más tonta que lo encontrado en otras ofertas de la serie, y el suspenso y el factor entretenimiento terminan ganándose al espectador. Además, la morena Louise Allbritton interpreta a una vampiresa bastante digna en su modestia de la sensacional Carroll Borland de Mark of the Vampire (1935).