jueves, 28 de junio de 2012

Superman III (1983)


El tiempo también vuela. Richard Pryor era el rey de la comedia cuando los productores de la saga, pronto de capa caída, lo emplearon como un desempleado irremediable que, en su desesperación, se encuentra a sí mismo detrás de una computadora capaz de eliminar al encapotado de Kripton. Christopher Reeve era imprescindible, cómo no, pero su rango actoral a lo largo de la década seguiría ampliándose con trabajos tan sobresalientes como su valiente rol en la formidable Deathtrap (1982) y su colaboración con Morgan Freeman en la elogiada Street Smart (1987). Esta aventura con pedigrí dirigida mediocremente por Richard Lester --sobre un mediocre guión de David y Leslie Newman, seamos justos-- se salva en el último minuto de permanecer relegada en el baúl del olvido gracias, precisamente, a ambos intérpretes. Los coreográficos y pedestres títulos de crédito, cuya frustrante realización laxa, cuasi altmanesca (con perdón del maestro Altman) se extiende al resto del film, confirman muy temprano que lo mejor ya pasó pero que hay que continuar hasta que al propio superhéroe se le ocurra la idea del cuarto episodio --algo que en realidad ocurrió.

sábado, 23 de junio de 2012

The Road (2009)


El aclamado Cormac McCarthy (Blood Meridian, No Country for Old Men) traza una ciertamente inusual trayectoria moral en esta historia de amor paterno-filial: el apocalipsis ya es realidad indubitable, y mientras el planeta lanza sus últimos y tremendos estertores agónicos, lo único que queda de él son caníbales y verdaderos zombies (de hecho, la adaptación casi podría haber sido encargada a George A. Romero) alrededor de un hombre (Viggo Mortensen) y un niño (Kodi Smit-McPhee) cada vez más acorralados físicamente, pero sin embargo excepcionales, solitarios supervivientes de lo que alguna vez debió de ser apreciado como el modo correcto, recto de actuar. La versión cinematográfica bebe de la tradición consagrada por Ladri di biciclette, en tanto el hijo aparece en algún sentido menos temeroso, más adulto que su progenitor; y de la escuela de los filmes-ensayos narrativos, cuyo ejemplo más próximo en más de una manera sería Ensayo sobre la ceguera, de José Saramago. En el caso que nos ocupa, la cámara pictórica del maestro Javier Aguirresarobe alcanza momentos de pleno protagonismo, ofreciendo una paleta cuasi blanquinegra que refleja fielmente la crueldad irrevocable de un destino, de un inefable camino, que no por ello permanecerá exento de giros o esquinas aparentemente inconcebibles.

domingo, 3 de junio de 2012

Machete (2010)


Fruto casi contingente de su nostálgico proyecto Grindhouse al lado de (su “carnal”) Quentin Tarantino, la primera aventura oficial del granítico héroe chicano personificado con sumo acierto por Danny Trejo se nos antoja una de las más honestas y logradas ofertas artísticas de Robert Rodriguez. Desde las ultra-sexy presencias de Michelle Rodriguez, Lindsay Lohan, Jessica Alba y muy especialmente la bellísima Alicia Marek --entre otras admirables féminas del reparto--, hasta la música integrada con funcionalidad pero sin perder un ápice su diestra plasticidad del grupo Chingon (liderado por el autor de El Mariachi), Machete es una delicia eufórica a la vez que un homenaje al cine de explotación comprometido con una dureza y autenticidad que la convierten en el propio objeto de su afecto. Noten el final de un irónico De Niro a lo Night of the Living Dead, y no nos perdamos Machete Kills --todavía en pre-producción.