jueves, 16 de octubre de 2014

L’Enfant d’en haut (2012)

Kacey Mottet Klein y Gillian Anderson

En esta película estructurada como una ficción pero con la voluntad de un documental, se trasluce la desoladora realidad de cierta infancia en el mundo contemporáneo. Léa Seydoux, especialmente, y Gillian Anderson, pero también los demás adultos de la historia, tienen a su cargo roles finalmente (de pronto, inmediatamente) antipáticos, por decir lo menos; no es que la realización sea de algún modo misógina, pero quizá es inevitable que lo termine siendo al explorar la vida de un niño sin madre --en cualquier sentido de la frase: una vida a la intemperie donde la infancia es una etapa que debe brincarse por encima u obviarse para transformarte en un pequeño adulto entre adultos que pueden aplastarte literalmente porque robaste para conseguir un trozo de pan o un rollo de papel higiénico. El protagonista, interpretado por Kacey Mottet Klein en más que convincente desempeño, es todo un Oliver Twist de este siglo. La dirección de Ursula Meier es, aparte de la humanidad real que transpiran sus personajes (hasta los extras), minimalista y efectivamente metafórica en la desnudez de sus imágenes nevadas como interminables páramos de gelidez existencial. 4/5

No hay comentarios:

Publicar un comentario