martes, 5 de febrero de 2013

Lifeboat (1944)

"My name is Tallulah, dahling!": Hitch y Bankhead

Un puñado de individuos aferrados a la vida sobre la precariedad metafísica de una balsa: tal es no sólo una imagen memorable en la pintura, sino también la inspiración y el motivo de esta cinta escrita por John Steinbeck --aunque a diferencia de Viva Zapata! (1952), el futuro Nobel produjo apenas la novella que sirvió de materia prima del guión-- y realizada por un Hitchcock incomprendido que supo plasmar la desesperación y la crisis ética inherentes a un conflicto bélico de proporciones mundiales. Además, sus náufragos precederían por veinte años a aquellos otros de una calle Providencia, quienes sucumbieron con más gusto si cabe a un clima de degradación signado por el anquilosamiento de la burguesía. Las criaturas de Hitchcock pertenecen a distintas e inclusive opuestas clases sociales, y su pesimismo no alcanza a toda la humanidad --como en Buñuel--, sino a los alemanes trastornados por el demonio del nazismo. Tallulah Bankhead, estrambótica personalidad del teatro americano, pone la cuota de glamour insólito en medio de este laboratorio premeditado muy astutamente por un mago del suspenso que, una vez más, demuestra unos instintos de observación y análisis exclusivos de acaso (con permiso de Kurosawa, Ford y algún otro) el mayor director de la historia del cine.

No hay comentarios:

Publicar un comentario