Las
pretensiones de summa de la imaginería propia a la vez de los cuentos de hadas
y de Disney, como de síntesis de la técnica (por un lado la animación clásica,
por otro su integración con la acción real) que ha encumbrado al género --desde
Snow White hasta Mary Poppins (no por nada Julie Andrews funge aquí de
narradora)--, logran resultados parciales aunque muy convincentes en esta
cinta, lo primero debido a una dificultad temática bastante comprensible, lo
segundo a costa de los lugares comunes que constituyen precisamente la magia de
esta parcela de la ficción. Amy Adams, o ese aspecto ingenuo de su personalidad
tan visible en películas como Catch Me If You Can, se encuentra como pez en el
agua: la princesa campesina, tierna e idealista y con un recóndito potencial de
asertividad cuasi feminista, originalmente de tinta y colores pastel, es ella. (Casi
lo mismo podría decirse de James Marsden, quien,
(irónicamente) como el perfecto prince charming, repite en algún sentido su
papel en The Notebook.)
martes, 20 de noviembre de 2012
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